4.1 CONSIDERACIONES GENERALES DE LA
ÉTICA PROFESIONAL.
Es el estudio de los valores inherentes al ejercicio de una profesión
y que emanan de las relaciones que se establecen entre el profesionista y la
sociedad. El profesionista al ejercer su profesión además de contar con los
conocimientos necesarios de su campo, debe contar con valores morales que
tendrán como finalidad fundamental buscar y tratar de garantizar el bien común.
La sociedad espera ciertos valores indispensables en un
profesionista: Justicia En un sentido amplio se puede entender como la voluntad
de dar a cada uno lo suyo. El deber de justicia del profesionista se contrae
desde el momento de recibir el título profesional, que así se convierte en
un contrato entre el profesionista y diversas instancias como el poder público,
el profesionista, la universidad y la clientela. Se habla de un
profesionista justo cuando busca en su ejercicio la equidad entre sus
derechos y sus obligaciones, o cuando no hace distinción en la calidad del
servicio que ofrece a quienes lo demandan. Responsabilidad Si
la sociedad reconoce al profesionista como una persona capacitada en
la solución de problemas específicos, lo menos que le exige es satisfacer estas
demandas. Para dicha satisfacción, la sociedad recurre a la
normatividad legal, donde los procedimientos judiciales exigen que las
responsabilidades recaigan sobre personas físicas.
4.1.1.
DIMENSIONES E IMPLICACIONES DE LA ÉTICA PROFESIONAL.
El
profesionista al ejercer su profesión además de contar con los conocimientos
necesarios de su campo, debe contar con valores morales que tendrán como
finalidad fundamental buscar y tratar de garantizar el bien común.
Para ello,
deberá poner en juego no sólo su inteligencia sino su voluntad. Deberá
comprender que su responsabilidad en la consecución del bien común es mucho
mayor que la del ciudadano común y corriente, ya que cuenta con el conocimiento
que ha recibido a través de su formación y que lo compromete, ya que es el
depositario de la confianza de la sociedad. Ésta espera del profesionista no
sólo los servicios para los cuales lo formó, sino que se convierta en la
vanguardia de la cultura, espera un compromiso de carácter moral.
De lo
anterior se desprende que el profesionista debe tener una capacidad moral que
es su valor como persona, lo cual da dignidad, seriedad y nobleza a su trabajo.
La
capacidad moral es la trascendentalidad del profesionista; esto es, su aptitud
para abarcar y traspasar su esfera profesional en un horizonte mucho más
amplio, que le hace valer como persona fuera y dentro de su trabajo. Es decir,
el profesionista además debe formarse en sentido ético: desarrollar aquellos
valores que le permitan ejercer su profesión dignamente para llegar a ser una
persona íntegra.
Se puede
entender como ética profesional el estudio de los valores inherente al
ejercicio de una profesión y que emanan de las relaciones que se establecen
entre el profesionista y la sociedad.
4.1.2 EL PROFESIONAL Y LA ÉTICA EN EL EJERCICIO DEL
LIDERAZGO.
Los líderes
efectivos son los que tienen fuertes principios éticos.
Siguen a su
corazón y creen en sus principios.
Estos son los
factores que influyen en los procesos, de estimular el cambio en la
subordinación y el “enfoque de los valores’ para crear en los seguidores las
creencias de autoeficacia, y fomentar las creencias de los líderes en la ética
profesional y su visión mediante el uso de planes de capacitación.
Se cree que el
aspecto del desarrollo de los líderes puede elevar la cultura y el prestigio de
la organización y también aumentar el valor de los empleados a altos niveles.
El liderazgo
ético necesita un líder que realmente crea en sus creencias.
El liderazgo
ético o profesional, es un liderazgo que se preocupa de una manera que respete
la dignidad y los derechos de otras personas.
Los líderes
que se encuentran en una posición de autoridad social, se deben centrar en cómo
utilizar bien el poder social, y la creencia en un liderazgo ético y tomar
decisiones en favor de la verdad.
Líderes
profesionales son personas que demuestran un punto de la integridad que es
importante para inspirar un sentido de la honestidad, es importante para los
subordinados aceptar la idea de un líder.
4.1.3
DILEMAS ÉTICOS PROFESIONALES.
Un dilema ético es una narración breve, a modo de historia, en la que se plantea una situación posible en el ámbito de la realidad pero conflictiva a nivel moral, y se solicita una solución razonada del conflicto, o un análisis de la solución.
Los dilemas pueden ser hipotéticos, cuando se plantean problemas abstractos, generales, que a veces son de difícil ubicación en la realidad, pero quienes los analizan reconocen que son siempre posibles de presentarse en determinadas ocasiones de la vida real.
Los dilemas
pueden ser reales, cuando plantean situaciones conflictivas tomadas de la vida
diaria. Se basan en hechos reales, cercanos en el tiempo o en el espacio a los
sujetos y suelen extraerse de los distintos medios de comunicación, de
situaciones o sucesos históricos, de situaciones o vivencias personales,
etc.
Las nuevas versiones se presentan de manera que no solamente se lance un juicio acerca de las acciones de los individuos del caso, sino que también se estimule la discusión acerca de lo que cada uno haría de verse involucrado en una situación similar.
Las nuevas versiones se presentan de manera que no solamente se lance un juicio acerca de las acciones de los individuos del caso, sino que también se estimule la discusión acerca de lo que cada uno haría de verse involucrado en una situación similar.
4.2
CÓDIGOS DE ÉTICA PROFESIONALES.
Un código de ética fija normas
que regulan los comportamientos de las personas dentro de una empresa u
organización. Aunque la ética no es coactiva (no impone castigos legales), el código de
ética supone una normativa interna de cumplimiento obligatorio.
Son una
derivación práctica de algún sistema filosófico axiológico, en donde valores
tales como: honradez, justicia, igualdad, salud, seguridad, bienestar público y
respeto a la naturaleza son la base de los actuales códigos.
4.2.1 CONTENIDO E IMPLICACIONES DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA PROFESIONALES.
Los códigos de ética profesional sirven para fines diversos.
El código
especifica las normas según las cuales una ocupación puede ser considerada
responsable por la conducta de sus miembros.
Un código de
ética establece los parámetros para la conducta profesional.
Que incluye los valores y principios morales de la profesión o de una organización.
El código de ética profesional ofrece normas y reglas que a los empleados ayuda cuando se encuentran con algún tipo de dilemas morales.
Que incluye los valores y principios morales de la profesión o de una organización.
El código de ética profesional ofrece normas y reglas que a los empleados ayuda cuando se encuentran con algún tipo de dilemas morales.
Es muy
esencial para un código de ética proteger la integridad de la profesión.
También ayuda a establecer prácticas responsables y justas.
También ayuda a establecer prácticas responsables y justas.
La
implementación de un código de ética profesional incluye el desarrollo de
procedimientos para investigar las denuncias y acciones que obligan a quienes
violen el código de conducta.
4.2.2 SENTIDOS DE LOS CÓDIGOS DE ÉTICA.
Orientar la conducta del
profesional en sus relaciones con la ciudadanía, las instituciones, sus socios,
clientes, superiores, subordinados, sus colegas y consigo mismo, el cual será
aplicable en cualquier actividad profesional.
CONCLUSIÓN:
La ética es un punto muy
importante que en donde quiera tiene su parte ya que nos permite recordar que
nuestras acciones se deben de regir por los principios morales y éticos que
hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, un profesional debe tener cuidado
con su toma de decisiones ya que debe tener en cuenta que muchas veces es el
ejemplo y patrón a seguir para los demás, por lo tanto debe aprender a
tomar la responsabilidad de su trabajo.
El código de ética es referente
al comportamiento ideal que se espera encontrar en el profesional.
Con el código
ético se forja un profe-sionista con una mentalidad
confidencial, segura, con capacidad para la innovación y el desarrollo
tecnológico, con un sentido ético y humano como consecuencia de su formación
integral y las competencias necesarias para generar soluciones, contribuyendo
así al fortalecimiento tecnológico regional y nacional sin necesidad de afectar
la paz de los demás.
Codigo etico dilema de un
profesionista
1.
Integridad:
El Contador Público deberá
mantener incólume su integridad moral, cualquiera que fuere el campo de su
actuación en el ejercicio profesional. Conforme a esto, se espera de él,
rectitud, probidad, honestidad, dignidad y sinceridad, en cualquier
circunstancia.
Dentro de este mismo principio
quedan comprendidos otros conceptos afines que, sin requerir una mención o
reglamentación expresa, puedan tener relación con las normas de actuación
establecidas. Tales conceptos pudieran ser los de conciencia moral, lealtad en
los distintos planos, veracidad como reflejo de una realidad incontrastable,
justicia y equidad con apoyo en el derecho positivo.
2.
Objetividad:
La objetividad representa ante
todo imparcialidad y actuación sin prejuicios en todos los asuntos que
corresponden al campo de acción profesional del contador público. Lo anterior
es especialmente importante cuando se trata de certificar, dictaminar u opinar
sobre los Estados Financieros de cualquier entidad.
Esta cualidad va unida
generalmente a los principios de integridad e independencia y suele comentarse
conjuntamente con esto.
3.
Independencia:
En el ejercicio profesional, el
Contador Público deberá tener y demostrar absoluta independencia mental y de
criterio con respecto a cualquier interés que pudiere considerarse incompatible
con los principios de integridad y objetividad, con respecto a los cuales la
independencia, por las características peculiares de la profesión contable,
debe considerarse esencial y concomitante.
Los
Principios Éticos que rigen la conducta profesional de los Contadores Públicos,
no se diferencian sustancialmente de los que regulan la de otros miembros de la
sociedad
4.
Responsabilidad:
Sin perjuicio de reconocer que
la responsabilidad, como principio de ética profesional, se encuentra
implícitamente comprendida en todas y cada una de las normas de ética y reglas
de conducta del Contador Público, es conveniente y justificada su mención
expresa como principio para todos los niveles de la actividad contable.
En efecto, de ella fluye la
necesidad de la sanción, cuyo reconocimiento en normas de ética, promueve la
confianza de los usuarios de los servicios del Contador Público, compromete
indiscutiblemente la capacidad calificada, requerida por el bien común de la
profesión.
5.
Confidencialidad:
La relación del contador
público con el usuario de sus servicios es el elemento primordial en la
práctica profesional. Para que dicha relación tenga pleno éxito debe fundarse
en un compromiso responsable, leal y auténtico al cual impone la más estricta
reserva profesional.
6.
Observancia de las disposiciones normativas:
El Contador Público deberá
realizar su trabajo cumpliendo eficazmente las disposiciones profesionales
promulgadas por el Estado y por el Consejo Técnico de la Contaduría Pública
aplicando los procedimientos adecuados debidamente establecidos.
Además deberá observar las
recomendaciones recibidas de sus clientes o de los funcionarios competentes del
ente que requiere sus servicios, siempre que estos sean compatibles con los
principios de integridad, objetividad e independencia, así como con los demás
principios y normas de ética y reglas formales de conducta y actuación
aplicables en las circunstancias.
7.
Competencia y actualización profesional:
El Contador Público sólo deberá
contratar trabajos para lo cual él o sus asociados o colaboradores cuenten con
las capacidades e idoneidad necesaria para que los servicios comprometidos se
realicen en forma eficaz y satisfactoria.
Igualmente el Contador Público,
mientras se mantenga en ejercicio activo, deberá considerarse permanentemente
obligado a actualizar los conocimientos necesarios para su actuación
profesional y especialmente aquellos requeridos por el común y los imperativos
del progreso social y bien común.
8.
Difusión y colaboración:
El Contador Público tiene la
obligación de contribuir de acuerdo con sus posibilidades personales, al
desarrollo, superación y dignificación de la profesión, tanto a nivel
institucional como en cualquier otro campo que, como los de la difusión o de la
docencia, le sean asequibles.
Cuando quiera que sea llamado a
dirigir instituciones para la enseñanza de la Contaduría Pública o a regentar
cátedras en las mismas, se someterá a las normas legales y reglamentarias sobre
la materia, así como a los principios y normas de la profesión y a la ética
profesional. Este principio de colaboración constituye el imperativo social
profesional.
9. Respeto
entre colegas:
El Contador Público debe tener
siempre presente que la sinceridad, la buena fe y la lealtad para con sus
colegas son condiciones básicas para el ejercicio libre y honesto de la
profesión y para la convivencia pacífica, amistosa y cordial de sus miembros.
10.
Conducta ética:
El Contador Público deberá
abstenerse de realizar cualquier acto que pueda afectar negativamente la buena
reputación o repercutir en alguna forma en descrédito de la profesión, tomando
en cuenta que, por la función social que implica el ejercicio de su profesión,
la importancia de la tarea que la sociedad le encomienda como experto y la
búsqueda de la verdad en forma totalmente objetiva. Los principios básicos de
ética son aplicables a todo Contador Público por el solo hecho de serlo, sin
importar la índole de su actividad o la especialidad que cultive, tanto el
ejercicio independiente o cuando actúe como funcionario o empleado de
instituciones públicas o privadas, en cuanto sea compatible con sus funciones.
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